El limpiador de tu alma es el perdón,
Deberás usarlo todo el tiempo, apenas veas una impureza, aplícalo.
No te acuestes nunca sin haber pedido perdón y sin haber perdonado.
El resultado será que en paz te acostarás, así mismo dormirás y tu sueño te sustentará.
La hidratante de tu alma es la oración,
Si no hidratas la piel de tu rostro, se marchita
Así, si no rezas, tu alma se reseca.
Pero a medida que confías en Dios,
El afán y la ansiedad desaparecen y aprenderás a reposar y esperar en el.
La tonificante de tu alma es la alabanza,
Cuando alabas a Dios y vuelves a El tus pensamientos, cuando te olvidas de ti mismo,
Sin egoísmos en tu corazón, quedas libre para que Dios ponga en ti su gozo.
La nutrición de tu alma es la palabra,
Así como en lo físico no puedes vivir sin alimentos, tu alma necesita el alimento de la palabra de Dios.
Cuando te alimentes con la palabra, la debilidad y la confusión desaparecen,
Serás como árbol plantado junto a corrientes de agua.
El protector de tu alma es la coraza de la fe,
Con la Fe te protegerás de las inclemencias de la vida,
Mirarás por encima de las circunstancias y pasarás victorioso en medio de las pruebas.
A través de ti, Dios moverá montañas y alcanzaras a otros para gloria de Dios.
Si usas a diario estos productos de belleza,
Tu alma se mantendrá limpia y tu corazón será puro.
Te saciarás de bien, de modo que te rejuvenezcas como el águila.
El que alguien toque nuestras vidas es un privilegio,
Tocar la vida de alguien es un Honor,
Pero ayudar a que otros toquen sus propias vidas, es un placer indescriptible ¡!!